Entrevista

Siempre es íntimo: Entrevista a Florencia Alvarado

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Florencia vino a la casa. La luz de la tarde se iba difuminando sobre su rostro. Hice té natural para solapar el calor y para que el movimiento de agitar los hielos en el vaso diluyera los nervios. Hay algo de intimidante cuando ves frente a frente a una persona, aunque sea la misma persona una y otra vez. La mujer detrás del lente siempre me ha parecido un enigma. Florencia está aquí para constatar sus secretos.

 

Queremos conocer a la persona dentro del artista. ¿Qué te inquieta?

Me agarras fueras de base, un día como hoy que estoy “down”. Este es un día que me siento muy introvertida y no tengo ganas de hablar de mí. ¿Qué te parece si lo hacemos mañana con más ánimo?

Mañana no podemos.

Vamos a esforzarnos, entonces.

¿Puedo usar esto?

Sí. Me cuesta sentirme en capacidad de hablar de mis cosas o de mis procesos creativos de una manera elocuente, creo que por eso hago fotos. Ellas hablan por mí.

 

¿Cómo fue tu introducción a la fotografía?

Comencé como un hobby, estaba en el colegio y no sabía muy bien de qué se trataba. Tenía inclinaciones artísticas, supongo, y empecé a estudiarla. Me metí en un laboratorio y tuve la oportunidad de copiar por primera vez en análogo. Sentí adrenalina en el momento de hacer la foto y de esperar la foto… Me di cuenta entonces de que me gustaba muchísimo. Cuando estudié Diseño Gráfico, seguí con eso. Tendría 17 años cuando empecé. Para ese momento me inicié en la fotografía documental. Hicimos un viaje al Sur del Lago con la clase de fotografía, fuimos a la población de Bobures, que tiene la descendencia afroamericana más grande de Venezuela después de Barolvento. En ese ejercicio de fotografía documental empecé a hacer mía la fotografía explorando sus particularidades.

 

Luego de graduarme, y en mi necesidad de materializar la obsesión por la fotografía, me fui a Argentina.

 

Esas fotos que pertenecen a Otras iluminaciones, ¿las planificaste antes de tomarlas?

No. Cuando comenzó no las planifiqué. Nació como algo intuitivo, como siempre comienzan muchas cosas que hago y después, cuando me doy cuenta que lo intuitivo va haciendo un camino, entonces encuentro una base para seguir explorando. Ya descubrí por dónde va la búsqueda del momento, porque uno va cambiando y tiene muchas maneras de buscar… y a veces la búsqueda viene por una intuición o por algo más planificado acompañado por al investigación. En este caso, estas fotografías son ciertas miradas que comenzaron a llamar mi atención y me di cuenta que tenía cierto cuerpo de trabajo iniciado y continué bajo esa misma línea. Cuando siento que esas cosas intuitivas comienzan a estructurarse mucho, ya me incomoda porque siento que le estoy dando demasiada formalidad.

Hemos hablado de esas fotos que parecen y no parecen ser parte de un álbum de viaje, pero entendamos el viaje como un recorrido. Si me hablas de una exploración, dirías categóricamente que no se tratan de un viaje entonces o, sí, considerarías que en Otras iluminaciones hay un viaje.

El viaje es a través de mi mirada, no es sobre un viaje o un destino… como hay fotógrafos que hacen libros sobre la India o sobre culturas y países que se encuentran donde derraman su inspiración. Por ejemplo, Martin Parr y muchos fotógrafos de renombre hacen viajes y hacen exposiciones centrados en otras culturas. Otras iluminaciones no es sobre eso. No es sobre sentirse extranjero afuera, no es sobre viajar, es sobre mirar. Y no importa adónde se viaje o no se viaje, siempre la mirada aguda es lo que marca este recorrido.

 

Otras iluminaciones de Florencia Alvarado
Otras iluminaciones de Florencia Alvarado

Esta atención a las pequeñas cosas fue lo primero que me cautivó cuando vi las fotos. ¿Por qué esta mirada hacia lo mínimo o hacia lo insignificante?

Porque todas las cosas que están cargadas de silencio me llaman la atención. Hay muchas fotos aquí que tienen silencio, espera, fuerza, que tienen ausencias, que tienen viaje… pero no un viaje como conocemos el viaje del turismo, sino un viaje como un recorrido de vida, interno. Todos estos tipos de situaciones me seducen porque afloran cómo pienso, siento y observo las cosas que me rodean. A través de ese silencio, de esa agudeza, intento además separarme del resto. Me gusta separarme. Me inquieta el extrañamiento que resulta de todo lo que ves.

 

Siento que estas fotos, mirando cosas tan particulares, me separan un poco y eso es interesante porque no soy la única persona. Todos tenemos un momento de introspección donde pensamos y miramos y nos separamos de todo lo que nos rodea. A veces nos sentimos únicos, tan particulares, existenciales, tan solos… pero también tan parte de todo como una telaraña…

 

Otras iluminaciones de Florencia Alvarado
Otras iluminaciones de Florencia Alvarado

Y como la bicicleta. Es esa cosa que conforma el mundo, algo tan particular… como la pepita, es como ponerle una lupa a la vida. Si tú alejas la foto de la pepita y abres y abres el cuadro, se va a ver una situación común, que es un cuarto de un hotel y se pierde lo particular. De lo particular viajamos a lo universal.

 

Otras iluminaciones de Florencia Alvarado
Otras iluminaciones de Florencia Alvarado

Es enfocarse en esa lupa. No es solamente una obsesión estética, ni siquiera utilizo un lente macro. Trato de acercarme a las cosas a través de mi mirada natural. Se trata de ir abstrayendo la cotidianidad y meterle la lupa. Eso es lo que siento que hice con esta exposición.

 

La serie Demolición que hiciste para la FIA 2012, y que te hizo merecedora del tercer lugar, es un compendio de fotografías de una casa en ruinas. También alude a la memoria, pero es una casa en ruinas. En esta serie Otras iluminaciones, tienes un carro en un estacionamiento que parece estar en ruinas también, una hoja que se está secando, un plástico abandonado… como la señal de tráfico echada al olvido acentuando la soledad. Siendo tú una persona que se siente tan atraída por la belleza, ¿por qué parecieras también tan atraída por el desgaste?

 

Otras iluminaciones de Florencia Alvarado
Otras iluminaciones de Florencia Alvarado

No pienso que una cosa está separada de la otra. Visualmente no te sabría explicar por qué me interesan las cosas que están en desgaste o en ruinas, solo que encuentro poética en ellas. Demolición, a pesar de que es algo muy personal porque es la casa que fue de mi familia, a la que yo fui tantas veces y donde mis padres crecieron y conocí a mi abuela… a pesar de todo eso, no conecto la carga emocional con el trabajo que hice de ellas.

Distanciamiento.

Es un distanciamiento donde estoy enalteciendo la memoria de lo que está ahí y lo bello de lo que queda. En vez de sentir, como por ejemplo mi mamá, que veía esas cosas y sentía ganas de llorar, porque está muy conectada sentimentalmente con la historia, así como yo… Pero mi óptica ha intentado darle belleza a ese desgaste. Visualmente me interesa la poética que reúnen las cosas que han sobrevivido.

 

Demolición Florencia Alvarado
Demolición de Florencia Alvarado

Como la jaula que parece estar vacía y propones al espectador llenar ese vacío a través de la contemplación. Porque tú lo colmas con la foto o lo expones.

Intento llenar el vacío haciendo la foto y el espectador lo hace a través de la contemplación y la experiencia con el contacto con la obra.

¿No hay nada personal en esas fotos?

Todas son personales. Nadie me dijo qué debía hacer ni cómo debía hacerlo. Todo es personal. No hay nada que no sea personal en esas imágenes. Es un mandato natural de captar ciertas atmósferas.

¿Puedo preguntarte cosas personales?

Inténtalo.

¿Y los dos relojes?

Dos amantes.

 

Otras iluminaciones de Florencia Alvarado
Otras iluminaciones de Florencia Alvarado

Debido a las opciones que tienes hoy para hacer foto, hacerte una pregunta sobre técnica es algo que nos habla de ti por tus decisiones de artista. ¿Por qué usaste película para esta exposición?

Comenzó de manera intuitiva, trabajo tanto el film como lo digital. Con la imagen digital tengo conflictos de óptica y estética. Normalmente, cuando hago fotografías de mi obra personal con digital no me satisfacen. Pero también tengo mis sorpresas. Las fotos del fanzine que hice, Muerte al miedo, son digitales y me parecieron justas para lo que quería. En ese caso, donde hay tanta vegetación, prefería lo digital.

 

Muerte al miedo de Florencia Alvarado
Muerte al miedo de Florencia Alvarado

Donde hay concreto y hay urbano, ese otro tipo de atmósfera más cruda, sentía que el film me respondería mucho mejor. Tiene otra mística, tiene más historia… El film puede ser más ambiguo. Ves una imagen y puede ser confuso determinar de cuándo data, entonces comienzas a imaginar. Una fotografía, con el solo hecho de ser en film, a mí, ese solo caso, me invita a imaginar su procedencia, dónde y cuándo fue hecha. En cambio, el digital es mucho más tecnológico y me hace soñar de otra manera. A veces me invita a hacerme menos preguntas.

 

Las fotos de Otras iluminaciones están hechas todas en análogo. Esa condición les da una apertura, expande la experiencia frente a la foto, porque no solo estás preguntando qué pasa ahí. En las imágenes hay misterio: corto las cabezas, no termino de develar dónde son las aceras… El grano te expande, en mi opinión, la experiencia de imaginar un poco más, mientras que el digital es veraz, te acerca a la realidad.

 

¿En qué sueles pensar cuando te despiertas?

Normalmente pienso en las cosas que sueño y hoy lo escribí en Twitter: “tengo una vida paralela en sueños que debe parar”. Sueño de forma muy narrativa y loca, como son los sueños. Tengo una vida onírica muy activa. Entonces, cuando me despierto es un poco chocante porque es volver a la realidad… y me toca poner todas mis ideas en orden.

 

¿De dónde salió el título de la exposición?

Para eso me faltó confiar en los primeros instintos que uno tiene con respecto a nombrar las cosas. No soy sencilla ni práctica en mis procesos. Cuando me ofrecieron el espacio para exponer, administré mi tiempo y organicé todo como pude… pero nombrarla tomó mucho. Lorena González me ayudó, juntas le dimos muchas vueltas en nuestras conversaciones.

 

Hace tiempo llevaste un diario, Diario de un insomnio. Una particularidad de tu mirada es la intimidad que capturas. Si hoy día llevaras un diario, ¿cómo se llamaría?

Hoy día no llevo un diario porque ya no tengo el impulso de contar las cosas que me interesan cronológicamente.

¿Tu cuenta de Instagram podría fungir como diario?

Sí, sí lo es pero más informal. El blog era más estructurado. Es un medio que, por cierto, está en decadencia. No creo que el blog deba morir, pienso que sigue siendo un espacio de riquezas. En este momento recurrimos más a lo breve y por eso la gente no se toma la molestia de entrar y recorrer. Quien entra, tiene más afición a la lectura. En cambio en Instagram no siento el mismo compromiso que con el diario.

El blog está en decadencia porque nuestras vidas son cada vez más violentas, tienen mucho ritmo y ese medio requiere una dedicación mayor.

Tiempo.

En ese diario que llevabas y en tu cuenta de Flickr hay muchos autorretratos. ¿Te consideras narcisista?

Sí, tan narcisista como insegura. Con la adultez uno trata de encontrar un punto medio. Soy las dos cosas.

¿Y verte en esas fotos es depurar tu narcisismo o tu inseguridad?

Ambas. Ya no me hago autorretratos. Ellos forman parte de una época donde tuve esa exploración de mi cuerpo y la fotografía. Era yo conociéndome de esa manera en ese momento. Actualmente, no me interesa. A veces me tomo una foto los días que siento que puedo dar la cara.

 

Autorretrato en Instagram.
Autorretrato en Instagram.

¿De qué cliché debemos salvar tu obra?

De tildarla de femenina, nostálgica…

¿Íntima?

Siempre es íntimo.

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