Roma vive, el imperio sigue. Quizás la Ciudad Universitaria tenga una afirmación altamente romana, la del César. Carlos Raúl Villanueva hizo de la UCV una de las maravillas arquitectónicas más representativas de la modernidad. Sesenta años después existen profundas reflexiones sobre la síntesis de las artes en la arquitectura y se aviva el debate entre lo que se dilata décadas en ser efímero y la necesidad de restaurar, como si los lentes de pasta del gran arquitecto hubiesen reposado ayer.

Si el que no sabe es como el que no ve, el que no conoce es como el que no cuida. La documentación a través de todas las herramientas vigentes en el tiempo del que somos testigos es imperativa, el mundo nos lo reclama y el país mucho más. Asumir esta responsabilidad pasa por trasladar al detalle experiencias como las vividas en B A L A N C E, donde el ojo ajeno elogió tanto al genio pasado como a las generaciones que hoy continúan trazando objetivos respondiendo a las necesidades de su siglo.

Lo ocurrido en septiembre y noviembre de 2013 entre Jarrod Beck y los estudiantes, asienta la idea de que logramos conseguir parte de la resolución hasta en los vestigios, con una razón a la que Venezuela no debe darle la espalda: siempre habrá un lugar a donde ver para no repetirnos.