Sabrina Montiel-Soto es una artista nacida en Venezuela y residenciada en Bruselas. Su trayectoria artística ha sido multidisciplinar, aventurándose en diferentes campos de la creación que van de los distintos medios audiovisuales a la fotografía, la escultura y la instalación. En su obra, es constante la observación aguda de los seres humanos, su contexto íntimo e histórico, su cotidianidad y la re-significación de los objetos y las diversas connotaciones de los objetos y el mundo que nos rodea. Sabrina elabora, a través de una recolección lúdica de datos, obras que, “como un rompecabeza”, arman historias permeadas de sus experiencias en viajes, la ficción y un juego con el absurdo y la realidad.

 

Sabrina inicia su preparación para el 2017 y los proyectos que está cocinando desde su casa/estudio en Bruselas. Le tomará largos meses alistarse para crear y descubrir futuras exhibiciones en Bruselas y en Maracaibo –meses en los que, de manera intencional, me crucé en el camino de su proceso de investigación. Iniciamos un intercambio en el que me interesé por ventilar algunas pistas sobre cómo comienza su obra: su trabajo es un cruce que resulta de su indagación en el relato íntimo y familiar, la arqueología de la memoria, la recolección de objetos y experimentaciones técnicas con la fotografía y el video.

 

Las obras de Sabrina pueden ser, en ocasiones, postales con imágenes de su autoría –¿fotografías? que confunden lo analógico y lo digital. En otros momento, su trabajo es un “registro” fotográfico de elementos encontrados y ensamblados por ella, dispuestos frente a la cámara con una gracia minimalista, austera y elegante.

 

LAS TAZAS EN ORDEN DE PREFERENCIA | THE CUPS IN ORDER OF PREFERENCE | Fotografía. De arriba hacia abajo: hecho en Inglaterra, Holanda, Francia, Colombia, Países Bajos y China. 2014.
LAS TAZAS EN ORDEN DE PREFERENCIA |
THE CUPS IN ORDER OF PREFERENCE | Fotografía. De arriba hacia abajo: hecho en Inglaterra, Holanda, Francia, Colombia, Países Bajos y China. 2014.

 

SOÑÉ QUE DORMÍA | I dreamed I was sleeping | Postal (Retrato masculino, Rome, Palazzo Capitolino) y objeto metálico. 2014
SOÑÉ QUE DORMÍA |
I dreamed I was sleeping |
Postal (Retrato masculino, Rome, Palazzo Capitolino) y objeto metálico. 2014

 

INTENTO DE VIDA | Semillas de mango, goma espuma y seda. 15x10x4cm. 2013
INTENTO DE VIDA |
Semillas de mango, goma espuma y seda. 15x10x4cm. 2013

 

Me interesaba conversar con ella en razón de una línea muy fina entre la íntima puesta en escena y la instalación natural y doméstica de los elementos con los que trabaja. ¿Cuál es el límite entre el boceto de una obra, la orquestación de los elementos que la integran y la imagen o registro final?

 

Nos fuimos más hacia atrás. A través de citas concertadas por Skype, Sabrina me asomó su universo de rituales diarios. Este conjunto de ritus de carácter íntimo se reflejan directamente tanto en su trabajo en proceso como en la resolución final de sus piezas. Sus rituales diarios incluyen el azar de las cartas del oráculo de Marsella, el cuidado atento y cariñoso de las plantas de su hogar, y el coleccionismo de parafernalia religiosa de diferentes lugares del mundo.

 

En las siguientes imágenes, tomadas por Sabrina para esta entrega, se ofrece una ventana a los ritos habituales de una artista que ha elegido la investigación como ritual de creación.

 

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Otras notas sobre el proceso de Sabrina Montiel-Soto

*Las siguientes notas fueron tomadas de la transcripción de conversaciones entabladas con la artista.

 

Para el momento de nuestro intercambio, iniciado en 2016, Sabrina empezaba su residencia de artista e investigadora en el Museo Real de África Central Tervuren, en el que se internaba dos veces por semana para explorar con pleno acceso las colecciones, sus archivos y la data digital en las computadoras del Museo, así como material confidencial de su biblioteca y archivos históricos. Mucha de esa información se relaciona con el proceso de colonización de África por parte de Bélgica.

 

Semanalmente, Sabrina sale por la mañana hacia las afueras de Bruselas en un tranvía que llega hasta el Museo. Este gran Museo ha permanecido cerrado desde 2013 debido a una importante reforma arquitectónica y abrirá sus puertas en junio de 2018 totalmente renovado.

 

El proyecto que prepara Sabrina se centra en los procesos de colonización de África y su remembranza de Venezuela (su país de origen), e incluirá su mirada, a manera de corte trasversal, como venezolana, extranjera, emigrante en distintos países, artista e investigadora. En sus palabras, la residencia que dará paso a sus exhibiciones es “un proyecto de re-lectura cultural y re-lectura de lógicas y sentidos”.

 

El contacto diario con los científicos del Museo la ha convertido en una especie de reportera de pequeñas piezas y objetos, diálogos e historias. Mira la obra como una honda superficie para explorar –es ella la exploradora de ese inmenso mundo que es un Museo. En este momento, Sabrina está muy interesada en hacer analogías de cómo se cuenta la historia desde la ciencia y compararla con los relatos históricos del arte. De la misma manera, yo he sido una cazadora del proceso de Sabrina: ella investigando y yo intentando cazar los signos silenciosos (término utilizado por los científicos para determinar los signos de tensión no visibles entre el cazador y su presa).

 

Otra tensión está presente en su búsqueda actual: la ciencia, la verdad y la especulación. Entonces, ella es una artista que especula sobre la formalidad de la investigación científica que tiene enfrente y la historia atravesada por la ficción y la subjetividad de la creación. Una interpretación ficcionada.

 

¿Por qué mostrar una máscara africana al lado de un teléfono? Sabrina se pregunta qué es el objeto etnográfico y el significado de los objetos en contextos disímiles. Ha descubierto objetos milenarios que no ha logrado reconocer o identificar a primera vista, entregándose a la experiencia lúdica de la adivinanza durante el proceso de investigación. ¿Qué es esto? Un utensilio con forma de cuchara no es una cuchara en todos lados. Un chinchorro dentro de una caja no es el mecanismo de descanso conocido; podría ser cualquier otra cosa para un ojo no entrenado en nuestro contexto. Sabrina, como venezolana, estudia las muchas lecturas del otro y sus rituales (y los objetos empleados para tales rituales). No se trata solo de una apreciación de forma y utilidad, sino también una pregunta: ¿Cuál es la carga social y política que acompaña la historia cotidiana de los pueblos y sus objetos, sean utilitarios o no? Apunta a entender el fondo detrás de la forma, especialmente cuando se encuentra frente a objetos desconocidos, inclusive visualmente.

 

Sabrina Montiel-Soto se sitúa actualmente en un “laberinto descendente” de documentación, investigación y preparación para sus próximos proyectos expositivos.

 


Sobre la autora:
 
Florencia Alvarado es artista nacida en Maracaibo, Venezuela. Ha sido conferencista para el Seminario de la Colección Patricia Phelps de Cisneros (2014), así como del IV Encontro Pensamento e Reflexão na Fotografia en el MIS – Museu da Imagem e do Som de Sao Paulo. También fue parte del intensivo de verano de la Revista Triple Canopy (Brooklyn, Nueva York). Fue una de las 7 artistas participantes en Episodio digital, en el marco del Segundo Coloquio Latinoamericano de Arte No Objetual y Arte Rural del Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM). Time After Time (Maczul, 2016) fue su tercera individual con segunda versión exhibida Hacienda La Trinidad en marzo de 2017. Fue Editora en Jefe y Directora de Arte de Backroom Caracas hasta enero de 2017.

 

Sobre la artista:
 
Sabrina Montiel-Soto (Maracaibo, 1969) es una cineasta venezolana radicada en Bélgica. Su trayectoria artística es multidisciplinar, experimentando en las distintas áreas de la creación audio-visual-espacial-temporal. En su trabajo, la observación y estudio de la dimensión humana y sus aspectos sociales y psicológicos sirven como punto de partida para la conversión del absurdo y la disyunción en banalidad y realidad. Montiel-Soto juega con un «rompecabezas», ensamblando miles de piezas de posibilidades, que abarcan desde lo fílmico hasta lo escultórico, de la insignificancia a la grandeza, del espacio a su percepción. Su trabajo es cómplice de sus viajes y vida personal.

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