En la tercera entrega de Corresponsal, Elena Pastor nos pasea por la exhibición del artista mexicano Rafael Lozano-Hemmer con fotografías de su visita a la muestra Abstracción biométrica, en la Fundación Telefónica, Madrid. Disfruten esta nueva visita virtual sin que las limitaciones geográficas sean impedimento.
Rafael Lozano-Hemmer: Abstracción biométrica
Curador: Katheleen Forde
Texto de sala
A lo largo de su variada trayectoria artística, la producción de Rafael Lozano-Hemmer se ha situado entre la arquitectura y la performance. Muchas de sus obras giran en torno a la autorepresentación, la intimidad, la intervención y la idea clave de que la ausencia y la presencia no son opuestos mutuamente excluyentes. El contenido de sus creaciones se deriva de la participación, casi siempre por medio de tecnologías que son tanto violentas como seductoras. El eje de esta exposición integrada por obra nueva y reciente es el interés del artista por la biométrica y el análisis estadístico de los datos biológicos. Las piezas detectan, muestrean y procesan las constantes vitales y, al hacerlo, encarnan, materializan y acumulan los rastros de la presencia humana. Todas las instalaciones tienen sus raíces conceptuales en indicadores biométricos emocionalmente evocadores entre los que se incluyen la frecuencia cardíaca, la respiración, la fisionomía, la quinesiología y la piedra angular de la comunicación humana: la voz.
La respiración, el movimiento, el habla, los rasgos faciales y el pulso de quien visita la muestra dan forma al contenido de las instalaciones expuestas y ponen de manifiesto la relevancia no solo de nuestro yo solitario, sino también de la relación del individuo con el conjunto de nuestras complejas vidas colectivas.
La obra utiliza tecnologías de alto y bajo nivel, como sensores de oxígeno, luces LED, aplicadores de software hecho a medida y mecanismos robóticos.
Sin embargo, el uso de estas se presenta, con toda intención, desde un contexto en el que la tecnología es universalmente insoslayable e invada todas las facetas de la sociedad, la economía y la política. Como el artista afirma con frecuencia, la tecnología es, en su esencia, el lenguaje mismo de la globalización y es actualmente algo “natural y normalizado”, una influencia de la que ningún ser humano o artista de cualquier género puede escapar.
Por su parte, las referencias históricas se encuentran a menudo en la producción de Lozano-Hemmer –entre las que se incluyen los poetas estridentistas mexicanos, las esculturas articuladas de Gyula Kosice, las instrucciones de Sol LeWitt y las performances interdisciplinares de Fluxus- siguen caracterizando una obra enmarcada y firmemente arraigada en un siglo de historia de la experimentación.
Sobre esta exploración concreta de la obra expuesta, afirma Lozano-Hemmer: “deseo crear plataformas de autorepresentación. Mi producción es por naturaleza incompleta y experimental. Las plataformas necesitan que la gente participe, que sea consciente de los efectos y las restricciones y que personalice la obra. Usamos la tecnología para crear entornos en los que el contenido nace del público. Si se me permite jugar con la ocurrencia minimalista de Frank Stella “lo que se ve es lo que hay”, propongo “lo que se da es lo que hay”.
Esta exposición ha sido producida y organizada originalmente por Borusan Contemporany (Estambul) bajo el título “Vicious Circular Breathing”.
