Mauricio Ceppi: pionero del videomapping

Hay personas que son puentes: simplemente son un cable submarino que conecta de forma irreversible dos geografías en un mismo tiempo. Mauricio Ceppi es un explorador visual que conecta Caracas y Nueva York, sincroniza sus beats, consolida sus armonías, y logra cuadrar ambas ciudades al mismo bpm.

 

Mauricio nace en 1973 en la hospitalaria y salvaje Caracas. Dos años después de su nacimiento, en 1975, abre el Museo de Arte Contemporáneo con Arte de Video: Nam June Paik, creador de los video sintetizadores, llega a Caracas acompañado de Charlotte Moorman, músico vanguardista estadounidense, para realizar un performance multimedia en que los televisores del traje de Moorman reaccionan a las ondas de sonido del chelo.

 

 

Con la exposición Arte de Video se inicia la colección de videos del MAC, donde están presentes Peter Campus, pionero de los chroma keys y el monitoreo, e Ian Hugo, un banquero que dedicó su fortuna a alcanzar dimensiones épicas en video (además, primer esposo de Anais Nïn).

 

 

 

En 1967, ocho años antes de la apertura del MAC, pero en el mismo lugar –la esquina El Conde, al final de la Avenida Bolívar–, tiene lugar el evento multitudinario multimedia más importante de los años 60, Imagen de Caracas, que deja una impronta imborrable en las artes de imagen en movimiento en el país. El periodista e investigador Ricardo Tirado afirmaba: “Son 160.000 pies de película que recogen en un vasto panorama de siglos y hechos la historia de la ciudad y la acción de individualidades singulares… Ocho proyectores de cine en acción simultánea, 48 proyectores de vistas fijas con más de 10.000 diapositivas sincronizadas con música electrónica, difundida a través de 60 altoparlantes, y elementos visuales móviles, confieren a Imagen de Caracas cualidades excepcionales, no logradas por ningún país”.

 

Antes de Imagen de Caracas, el interés por las nuevas tecnologías de la imagen se podía encontrar en la televisión nacional en el Show de Reny Ottolina que, en palabras del crítico Luis Angel Duque, “estrenó los efectos y los inventos de las nuevas tecnologías de la imagen, de los cuales se apropiaron los video artistas que irrumpirían en los años siguientes”.

 

 

En este contexto nace Mauricio Ceppi, hijo de Conchita Bach, la protagonista, junto con Edmundo Aray, de la telenovela El derecho de nacer. Años más tarde, Ceppi sería músico soporte de la Seguridad Nacional y VJ (video-jockey). Además, desde hace más de 15 años, además, está a la cabeza de uno de los colectivos audiovisuales más importantes de Nueva York: Funktaxi 1533. Mauricio comienza a exponer su trabajo en Nueva York y en Caracas simultáneamente, introduciendo en su propuesta una novedad técnica, el videomapping: desde inicios de los años noventa, modula las formas de la luz para construir video-esculturas con proyección de 360 grados. Sus lides con el llamado live cinema o el vjing también inician a principios de esa década: la manipulación en directo de imágenes en movimiento, en simultaneidad con música y ante un público en un performance a tiempo real.

 

 

 

En 1993, la única manera de hacer live cinema era con cintas de Betamax o VHS y un mezclador de video. En el caso de Mauricio, fue un NX50 su primer “bebé”, y su proceso se desenvolvía aproximadamente de la siguiente manera: grababa, pintaba, rayaba, solarizaba, etc., films de 8 o 16mm en estudios de televisión –o en los salones de la School of Visual Arts de Nueva York. Luego llevaba esas grabaciones de 16mm a UMATIC (¿se acuerdan? ese formato grande de video con el que trabajaban las televisoras y los departamentos audiovisuales en los años ochenta – noventa). Posteriormente, esas cintas UMATIC eran llevadas a VHS, para luego conectar los VHS a su mezclador y poder armar un set en vivo.

 

Como es de esperarse, seguir plenamente la carrera de Mauricio es extremadamente difícil debido a la “hiperactividad” que ha caracterizado su proceso. Sus video-esculturas se desarrollan en territorios efímeros, que duran una sola noche. Festivales, raves, lanzamientos, desnalgues privados (suele ser, por ejemplo, el encargado de los visuales en los reventones de Lil’Wayne), conciertos, obras de teatro y diseño de tarimas son algunos de los espacios de sus obras. Sin embargo, desde el año 1994 ha expuesto su obra en enclaves icónicos como Artists Space, Independent Art y Purple Gallery; también forma parte del acervo de Anthology Film Archives, y participó en la exhibición The Millenials en CBGB. En 1998, diseña la fachada de la discoteca Limelight junto a H. R. Giger (el artista encargado de materializar Aliens), y más recientemente estuvo a cargo de la dimensión visual de Un Deco Ensemble –un ensamble musical que combina la obra de Bernstein con la de Kraftwerk en clave de filarmónica.

 

Simultáneamente, Ceppi forma parte de diversas muestras en Caracas gracias al impulso que había durante los 90s y principio de los 2000 para fortalecer los vínculos entre arte y tecnología (que, como es evidente para cualquier observador, actualmente se han roto –solo hay que revisar los últimos salones Jóvenes con FIA, Octubre Joven o Premio Mendoza para ver la falta de apoyo para el arte digital). Mauricio participa en el III Salón de Jóvenes Artistas Pirelli (1997) con una obra de videomapping en 360º, donde un personaje viaja por realidades alteradas y circulares. Tanto la obra como los proyectores que trajo de Nueva York para montarla fueron hurtados semanas después de la inauguración, por lo que el único registro que queda son estas fotografías (debajo de este párrafo) en el archivo del MAC. Esta fue una de las primeras obras de videomapping que se exhibieron en Venezuela.

 

jovenes con fia III
Archivo del MAC
jovenes con fia III 2
Archivo del MAC

En 1999, Ceppi vuelve a exponer en Caracas, nuevamente en el Salón Pirelli –edición de la cual no existe catálogo porque “se robaron el dinero” según Richard, el director de la Biblioteca del MAC. Ese mismo año, presenta una obra sobre la carrera espacial en la VI Bienal de Artes Visuales Christian Dior: videos proyectados sobre el primer prototipo de traje con el que el hombre pisó la luna. En el 2000, Ceppi recibe una mención de honor del Premio Mendoza con la pieza Guía para la Vida Cotidiana. Más tarde, en 2011, participa en Aleatorio, una muestra orquestada por María Teresa Govea en el Museo de Arte Contemporáneo, en que busca fomentar las artes imagen en movimiento y el arte digital. Ese mismo año, María Teresa lleva la obra a la Velada de Santa Lucía, y en 2016 una pieza suya forma parte de la sección de arte multimedia en la rumba-exposición Bajo Techo en el MACZUL. En otra línea, desligado del mundo del arte pero impactando fuertemente en él, Ceppi organiza, en dos oportunidades, el diseño de visuales para los desnalgues hipersádicos organizados por la marca de cigarrillos Malboro que llevaban por título Red Noise.

 

Resulta fácil comprender por qué Mauricio Ceppi se ha consolidado como un artista de culto que ha logrado conectar Caracas y Nueva York. Su trabajo nunca se detiene: basta consultar sus redes sociales o hacer un par de clics en el portal de Funktaxi 1533 para comprender la dificultad de ubicarlo en algún espacio cultural claramente definido; más bien, su situación natural se encuentra en un nodo donde fiestas de música electrónica, cine, artes de imagen en movimiento y performance comulgan, articulados por la fotografía y el lenguaje binario.

 

A modo de invitación/incitación a conocer el trabajo de este explorador audiovisual, compartimos de forma abierta un video de Ceppi que forma parte de la colección de la Sala Medoza. El video ha sido digitalizado por el equipo de NodoCCS (María Bilbao, Diana Rangel, Iván Candeo y Yagu), quienes se han volcado a la labor de revitalizar todos los archivos de imagen en movimiento de dicha colección. La invitación es a disfrutar de una obra que condensa todo el humor, la practicidad y la honestidad de un artista que se debe investigar de forma acuciosa para expandir la visión y, con ella, la cultura.

 

 


Sobre el autor:

Nicolás Gerardi (1989) es un visualista que desarrolla proyectos mutantes entre la curaduría, el live cinema, la escritura y la creación digital. Actualmente lleva, junto a María Isabel Acosta Alfaro, el blog TEXTVRA se dedica a incentivar el ritmo caraqueño desde Busca Tu Espacio y cultivar la memoria a través de investigaciones salvajes.

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