¿Qué puede decirnos un Fitbit acerca de nosotros?

En 2015, un hombre llamado Chris Campbell publicó en su blog personal una descripción detallada de su rutina matutina: cada día, antes de salir de su casa para trabajar, utilizaba alrededor de siete herramientas digitales para monitorear diferentes aspectos de su vida: Fitbit para rastrear sus horas de sueño y como contador de pasos, Wii Fit para vigilar su peso, Stop, Breathe & Think para controlar y dirigir sus meditaciones, Lifesum para sus hábitos alimenticios, Strava y Cyclemeter para sus paseos en bicicleta y rutina de ejercicios, Reporter para rastrear su consumo de cafeína y reflexionar sobre su aprendizajes del día anterior, y Coach.me como una aplicación general para gestionar el seguimiento de sus actividades diarias, identificar hábitos y establecer metas para sí mismo. [1] Esta enumeración, extraña y asfixiante para algunos, forma parte de la vida cotidiana de un grupo de personas que ven el monitoreo digital como una forma de entenderse y mejorarse a sí mismos.

 

Este fenómeno cultural consiste en el uso de dispositivos digitales para monitorear uno o más aspectos de la vida (el sueño, los movimientos geográficos, las rutinas de ejercicios, las emociones e incluso la actividad sexual) con el fin de evaluarse y mejorarse a uno mismo. El auto-seguimiento digital (“digital self-tracking”) comenzó a ganar impulso en los Estados Unidos y partes de Europa en 2007. Más recientemente, «el yo cuantificado” –“the quantified self”– se ha convertido en una frase de moda en revistas y blogs, y las prácticas de auto-seguimiento están comenzando a ser adoptadas por instituciones educativas y lugares de trabajo. Sin embargo, el auto-monitoreo digital sigue siendo un fenómeno de nicho: el costo de las herramientas, la infraestructura tecnológica y el conocimiento básico requerido para usarlas mantiene esta práctica inaccesible para muchas personas.

 

Mi interés en el auto-seguimiento digital comenzó a principios de 2014, cuando supe por primera vez de los Informes Anuales de Feltron (Feltron Annual Reports). Entre 2005 y 2014, el diseñador Nicholas Felton, radicado en Brooklyn, creó y publicó visualizaciones detalladas de sus datos personales recopilados a lo largo del año utilizando diferentes herramientas (su memoria, su calendario, su cuenta last.fm …). Cada año, los informes de Feltron (el nombre refleja el formato utilizado por las empresas para reflejar su desempeño) tenían un enfoque ligeramente diferente: desde sus movimientos geográficos y el registro de su consumo de alimentos y bebidas, hasta sus comunicaciones personales o las percepciones de otras personas con respecto a sus interacciones con el diseñador. Los informes le dieron a Felton suficiente información para desarrollar su propia aplicación móvil de seguimiento automático, ganarle un lugar en la colección permanente del MoMA y la oportunidad de trabajar en proyectos como el desarrollo de la línea de tiempo de Facebook. Lo que inicialmente me interesó acerca de los Informes Anuales de Feltron fue cómo el proyecto habla de las maneras en que la visualización de datos está mediando cada vez más nuestra comprensión del mundo, de los demás, y de nosotros mismos.

 

Imagen de Feltron Report 2014 (Fuente: http://feltron.com/FAR14.html)
Imagen tomada del Feltron Report correspondiente a 2014 (Fuente: feltron.com/FAR14.html)

 

El uso de herramientas digitales para monitorear y visualizar el yo es una de las iteraciones más recientes en una larga tradición de prácticas utilizadas por los individuos para la reflexión y el mejoramiento personal. Michel Foucault las define como «tecnologías del yo»:

“tecnologías del yo, que permiten a los individuos efectuar, por cuenta propia o con la ayuda de otros, cierto número de operaciones sobre su cuerpo y su alma, pensamientos, conducta, o cualquier forma de ser, obteniendo así una transformación de sí mismos con el fin de alcanzar cierto estado de felicidad, pureza, sabiduría o inmortalidad.» (Tecnologías del yo, 48) [2]

 

En su seminario Tecnologías del yo, Foucault examinó ejemplos en la filosofía greco-romana, la espiritualidad cristiana y el humanismo liberal. Sus ideas iluminan cómo el auto-seguimiento digital dialoga con otras prácticas, incluyendo el diario, la escritura de cartas, meditación y visualización, ejercicio físico, ayuno, confesión e incluso psicoanálisis. De la misma manera que Foucault habla de las arqueologías del auto-seguimiento, hacer un mapeo de las distintas prácticas de auto-seguimiento digital evidencia que los Informes Anuales de Feltron son solo un ejemplo de un fenómeno mucho más complejo y múltiple.


  • Quantified Self (QS) (Yo Cuantificado) es una comunidad (altamente institucionalizada) de gente interesada en el auto-monitoreo iniciada en 2007 por Kevin Kelly y Gary Wolf, para ese entonces editores de Wired Magazine. El objetivo de sus miembros es acceder al «autoconocimiento a través de números», como dice su slogan. Diez años después de su surgimiento, QS tiene un blog oficial, organiza conferencias anuales en Estados Unidos y Europa, y apoya a grupos y reuniones de show-and-tell en diferentes ciudades donde la gente se reúne para compartir sus experimentos de auto-seguimiento.

 

Uno de los encuentros de QS (Fuente: quantifiedself.com)
Uno de los encuentros de QS (Fuente: quantifiedself.com)

 

  • «Recibe dinero por bailar, incluso con tu ropa puesta», se lee en un anuncio de Oscar Health Insurance en el metro de Nueva York. En 2015, la aseguradora se asoció con la compañía seguimiento de fitness Misfit y comenzó una campaña para promover el auto-seguimiento digital entre sus clientes, ofreciéndoles tarjetas de regalo mensuales de Amazon con $1 por cada día que hubiesen alcanzado su meta de ejercicio diario.

 

Pieza publicitaria de Oscar Health Insurance (Fuente: cuenta oficial de Instagram de Oscar Heath Insurance)
Pieza publicitaria de Oscar Health Insurance (Fuente: cuenta oficial de Instagram de Oscar Heath Insurance)

 

  • Unfit Bits es un proyecto web que utiliza el humor para problematizar el uso de dispositivos digitales de auto-seguimiento corporativo y comercial. A través de una serie de videos instruccionales, sus creadores demuestran cómo una persona puede emplear un metrónomo, un péndulo, un taladro y una rueda de bicicleta para generar datos falsos sobre el propio rendimiento físico, ayudándoles, por ejemplo, a obtener beneficios adicionales de las compañías de seguros de salud.

 

Imagen oficial de Unfit Bits (Fuente: Unfitbits.com)
Imagen oficial de Unfit Bits (Fuente: Unfitbits.com)

 

  • Dear Data es «un proyecto de dibujo analógico de datos» creado por Giorgia Lupi y Stefanie Posavec, dos diseñadoras que trabajan con la visualización de datos. En el transcurso de 45 semanas, ellas rastrearon simultáneamente un aspecto de su existencia y crearon intrincadas visualizaciones hechas a mano de los datos recopilados. También se enviaron cartas postales con los resultados semanales de sus exploraciones.

 

Montaje de las postales creadas por Giorgia Lupi y Stefanie Posavec (Fuente: Deardata.com)

 


Como muestran estas cortas viñetas, las prácticas digitales de auto-seguimiento comparten algunos elementos esenciales: todas usan tecnologías digitales para hacer algún tipo de monitoreo, los cuerpos de la gente son la fuente principal de datos sobre el yo, y hay un enfoque cuantitativo predominante –si no en la naturaleza de los datos recogidos, en la elaboración y presentación de resultados. En todas ellas, los individuos usan el auto-rastreo digital como un medio para afirmar sus propias identidades. Aun en el caso de Unfit Bits, las identidades de sus autores se forman al involucrarse con la práctica –incluso de manera subversiva.

 

A pesar de sus similitudes, hay muchas razones por las que se podría argumentar que estas prácticas no deben clasificarse bajo la misma etiqueta. Las prácticas de auto-monitoreo digital son significativamente diferentes dependiendo de la motivación y el propósito detrás del rastreo, los métodos empleados para recopilar y comunicar los datos, y el nivel de conocimiento que cada individuo tiene sobre lo que se está monitoreando y cómo. Las aplicaciones y dispositivos comerciales, así como su uso coaccionado en entornos corporativos e institucionales, tienden a ser opresivos y refuerzan las relaciones de poder existentes. En este paradigma, los cuerpos de las personas y el ser entero son percibidos como herramientas productivas que necesitan ser vigiladas y optimizadas («optimización» a veces equivalente a la explotación hasta el agotamiento). Por otro lado, los experimentos de auto-seguimiento que incorporan el bricolaje y las prácticas relacionadas con las artes parecen apartarse de la idea del auto-análisis y auto-mejoramiento en aras de la productividad y abrir espacios para una exploración, reflexión y elaboración más crítica y creativa del yo.

 

Foucault sostuvo que aunque las identidades de los seres humanos están en gran medida moldeadas por dinámicas de poder, en última instancia están determinadas por la forma en que reaccionan a tales fuerzas. Es decir, que hay algún nivel de agencia o poder individual dentro de los límites de la sociedad en la cual cada sujeto existe. El auto-seguimiento digital es ciertamente la tecnología del poder y el yo que genera un tipo específico de conocimiento sobre individuos y poblaciones, y que es propenso a promover una subjetividad orientada a la productividad. Sin embargo, también presenta oportunidades para que otras subjetividades surjan, desafíen y se opongan a este paradigma dominante de la individualidad. ¿Cuáles son las posibilidades (si es que hay alguna) de auto-rastreo digital para ser usadas como una herramienta para la reflexión y la exploración de más allá del yo productivo? Este enfoque podría identificarse como auto-rastreo radical, auto-seguimiento crítico o «contra-seguimiento». La alfabetización digital, la hibridación y el pensamiento táctico son algunos principios que pueden guiar esta práctica.

 

La alfabetización digital en este contexto se refiere a la capacidad de un individuo para comprender de dónde provienen los datos, lo que representan, su significado y sus implicaciones, y las formas en que las conclusiones que resulta de su análisis pueden convertirse en acción. Cuando se habla de auto-rastreo digital, la alfabetización digital se refiere al deseo y la capacidad de participar constructivamente en la individualidad a través y sobre los datos. En espacios donde los datos y los sensores son tan ubicuos, uno esperaría que las personas estén adecuadamente equipadas para navegar por este mundo en gran medida cuantificado. Sin embargo, estamos lejos de ese escenario. Los procesos por los cuales se recopilan los datos, los criterios para juzgar su calidad, los recursos que las personas pueden utilizar para darles sentido y los protocolos mediante los cuales las personas pueden asegurar y acceder a sus propios datos continúan siendo un misterio para muchos.

 

Tener una perspectiva crítica hacia el auto-seguimiento digital no solo implica ser capaz de elegir las aplicaciones y dispositivos con sabiduría y saber cómo sacar conclusiones a partir de los datos recopilados a través de ellos. Se trata también de ser conscientes de que el auto-rastreo digital es sólo una de muchas maneras de construir el yo y comprender que estos instrumentos contemporáneos de autoexploración se aferran a una epistemología, política y estética del yo específicas. Además, implica reconocer que, así como ofrece algunas ventajas, esta práctica también tiene limitaciones. Es necesario comenzar a desmitificar los datos y revisar formas alternativas e híbridas de extraer sentido de nuestra existencia. Las experiencias no cuantificadas y no mediadas digitalmente con nosotros mismos, otros y el mundo son también maneras de construir el yo que puede ser usadas por sí solas o en combinación con prácticas digitales.

 

¿Pueden el afecto, la ofuscación o el humor convertirse en estrategias para explorar y reflexionar sobre el yo mientras se realiza auto-seguimiento digital? Podemos utilizar la tecnología digital para diagnosticarnos a nosotros mismos, pero debemos hacerlo de manera más creativa y flexible. Dear Data y Unifit Bits son experimentos situados que definen a sus creadores en la medida que éstos cuestionan y reaccionan ante el auto-monitoreo al tiempo que son partícipes de dicha práctica. Son ejemplos de lo que Lovink y García definen como medios tácticos; «nunca perfectos, siempre en devenir, performativos y pragmáticos, involucrados en un proceso continuo de cuestionamiento de las premisas de los canales con los que trabajan». Estas personas han utilizado las tecnologías disponibles de maneras inusuales para protegerse de las instituciones y autoridades, del sistema, desafiar el statu quo y reinsertar la humanidad en las interacciones mediadas digitalmente. Estos son experimentos situados; responden a las condiciones y recursos específicos que tenían disponibles en el momento y lugar de su creación. Identificar algunas estrategias que han ayudado a los individuos a responder a las formas en que la sociedad los subjetiviza puede proporcionar a otros auto-rastreadores el sentido de las herramientas a las que pueden recurrir cuando intentan desarrollar un enfoque crítico hacia sus prácticas de auto-reflexión.

 

¿Qué nos puede decir el auto-seguimiento digital sobre nuestra propia existencia? Paradójicamente, esta práctica de definir el yo altamente centrada en la productividad y el beneficio personal está despegando en algunas geografías al mismo tiempo que la desigualdad de género, clase y raza, el nacionalismo, la intolerancia religiosa y el cambio climático pesan mucho en la vida de algunas personas alrededor del mundo. Puede ser que el auto-rastreo digital, especialmente en su forma más estandarizada, sea un ejemplo más del individualismo que parece caracterizar la sociedad contemporánea. Tal vez una práctica verdaderamente radical del yo sería desarrollar estrategias y prácticas que desafíen nuestros propios límites personales y la noción de individualidad–que es tan central para el auto-seguimiento digital–, y que han sido durante mucho tiempo esenciales para nuestra existencia.


[1] Campbell, Chris. “Currently Tracking”. Web. Septiembre 9 2015 https://medium.com/routine-maintenance/currently-tracking-3b87d2950eef
[2]Nota del traductor: la cita en castellano fue tomada de Tecnologías del yo y otros textos afines (Paidós, 2008, p. 48).


Referencias
 
“Beyond Data Literacy: Reinventing Community Engagement and Empowerment in the Age of Data.” Data-Pop Alliance White Paper Series. Data-Pop Alliance (Harvard Humanitarian Initiative, MIT Media Lab and Overseas Development Institute) e Internews, Septiembre 2015.

Brunton, Finn, and Helen Fay Nissenbaum. Obfuscation: A User’s Guide for Privacy and Protest. MIT, 2015.

Faubion, James, and Paul Rabinow, editors. Essential Works of Michel Foucault, 1954-1984: Power. The New Press, 2000.

Foucault, Michel. “The Ethics of the Concern for the Self as a Practice of Freedom”. Foucault Live: Collected Interviews, 1966-1984. Edited by Sylvère Lotringer. Semiotext(e), 1989, pp. 432-449.
—. “On the Genealogy of Ethics: An Overview of a Work in Progress”. The Foucault Reader. Edited by Paul Rabinow. Pantheon, 1984, pp. 340-372.
—. “Omnes et Singulatim.” Faubion, James, and Paul Rabinow, pp. 298-325.
—. “The Subject and Power”. Faubion, James, and Paul Rabinow, pp. 326-348.
—. “Technologies of the Self.” Gutman, Huck, et al., pp. 16-49.

Coco Fusco, “Passionate Irreverence: The Cultural Politics of Identity.” Art Matters: How the Culture Wars Changed America, edited by Brian Wallis, Marianne Weems, and Philip Yenawine. New York University Press, 1999, pp. 62-73.

Garcia, David, and Geert Lovink. «The ABC of Tactical Media.» Waag Society, 16 May 1997, http://www.nettime.org/Lists-Archives/nettime-l-9705/msg00096.html. Consultado Mayo 10 2016.

Wolf, Gary. «The Data Driven Life.» The New York Times. 28 April 2010. http://www.nytimes.com/2010/05/02/magazine/02self-measurement-t.html?_r=0. Consultado Diciembre 10 2015.
—. “Know Thyself”. The New York Times. 22 June 2009. http://archive.wired.com/medtech/health/magazine/17-07/lbnp_knowthyself?currentPage=all. Consultado Mayo 9 2015.


Sobre la autora:
 
Nelesi Rodríguez es una educadora e investigadora venezolana. Su trabajo se centra en subjetividades y comprensiones contemporáneas del cuerpo como medio. También está interesada en la escolaridad pública y cómo las prácticas creativas se utilizan/adaptan como metodologías de investigación y pedagógicas. Nelesi es becaria de Fulbright con una maestría en estudios de medios de The New School. Actualmente enseña en Parsons School of Design, conduce investigación en The New School, y explora los vínculos entre la práctica creativa y la supervivencia con la Escuela de Apocalipsis (School of Apocalypse).

Sitio web: bitsofself.com

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