Durante una reciente visita a su estudio, Federico Solmi tomó un viejo libro escolar para colorear con imágenes de momentos históricos norteamericanos de su repisa de referencias y comentó: «Lo que siempre me ha fascinado de estos libros para colorear es que tomaban eventos históricos complicados y los representaban para la cultura popular como dibujos amables de líneas refinadas». Revisar una serie de dibujos del propio artista –algunos retratos independientes, otros, conceptualizaciones para sus animaciones–, sus dibujos enfáticos y estilizados presentaron una oportunidad para reconsiderar el arco entre este antiguo formato infantil y la actual manía por los libros de colorear para adultos.

 

Desde 2012, decenas de millones de libros de colorear para adultos han sido empleados en terapias de apoyo emocional, en entrenamientos de meditación, para alejar a los obsesos digitales o a los fatigados por las pantallas de sus aparatos, como nexo de socialización a través de “círculos de coloreado”, y como un beneficio para la “creatividad” y la relajación. Rellenar estos dibujos vacíos ha sido declarado terapéutico por profesionales médicos y trabajadores sociales, entusiastas del coloreado y celebridades. Aquí, Solmi ofrece un giro irónico: ¡A sacudirse el zen!

 

En lugar de la nostalgia reconfortante y la práctica relajantemente mecánica que el coloreado es reconocido por proporcionar, el artista nos anima a viajar por sus tensas líneas y recorrer sus nociones de cómo las leyendas se construyen, perpetúan y a veces también emanan de conspiraciones, corrupción y mitos. Con sus característicos arquetipos amenazadores, Solmi le pide a sus espectadores leer entrelíneas.

 

Lo grotesco y la exageración terrorífica se remontan a representaciones de los primeros ídolos de la humanidad. Esta sensibilidad aparece regularmente en el arte occidental, notablemente en los bocetos de Leonardo, en críticas bélicas de Goya a Picasso y en la urgencia traumatizada expresada por Ensor, Munch, Grosz y Basquiat. Extendiendo este legado expresionista, los inquietantes comentarios sociales de Solmi cuestionan cómo el estatus icónico de figuras actuales e históricas, potentados y celebridades, es concedido por las masas que validan sus reputaciones.

 

Las piezas del artista son generadas a partir de dibujos que forman la base de pinturas multimedia. Luego de ser pintadas a mano, son inyectadas digitalmente a sus animaciones 3D. Le imprime vida a sus “héroes” con impresionante exageración y manchas voladoras de color, brillo y exhuberantes detalles. Varios ángulos de cámara y close-ups enfatizan la estatura del idolatrado, pero antes de que usted se incline instintivamente, Solmi quiere colorear su perspectiva.

 

Sus renderizados dinámicos e inquietantes animaciones nos recuerdan cuán condicionados estamos por engaños propagados por los medios, el espectáculo, los rumores y la representación. Las magistrales obras de Solmi hacen un llamado a todos los ciudadanos a cuestionar, a permanecer vigilantes y atentos a Verdades alternativas. ¡A sacar punta a los creyones!

 

© Federico Solmi. Portada del catálogo de su exhibición y libro para colorear «Counterfeit Heroes» [La fachada de los héroes].
© Federico Solmi. Portada del catálogo de su exhibición y libro para colorear «Counterfeit Heroes» [La fachada de los héroes].
Compartir