Creemos saber algo de las cosas mismas cuando hablamos de árboles, colores, nieve y flores y no poseemos, sin embargo, más que metáforas de las cosas, que no corresponden en absoluto a las esencias primitivas.
Friedrich Nietzsche, Sobre verdad y mentira en sentido extramoral.
Una mañana de verano, hace dos años, salí a hacer una grabación sonora y escucha en el bosque que circunda la casa donde vivo. Es bosque mediterráneo, a unos 15 kilómetros de Barcelona en la zona del Baix Llobregat, una zona agrícola parcialmente industrializada donde quedan extensiones de bosque. En esta parte está proyectada la construcción de un campo de golf con hotel para cien personas y una autopista. En el Baix Llobregat también estaba proyectado el Eurovegas, un macrocasino dentro de cuyas paredes se pensaba aplicar la exención de ciertas leyes y obligaciones fiscales.
En la grabación de esa mañana se registran los pasos de un zorro cazando un conejo. Pasaron sin verme a unos cuatro metros de mí. Era la primera vez que me enteraba de que a 100 metros de mi casa vivían zorros y que en el lugar donde me había sentado había un sendero animal que viene desde el río. No sé mucho de la vida de los zorros, pero sentí cómo palpitaba la mía en ese momento. Desde la cercanía aparente puedo al menos despertar una capacidad imaginativa y hasta cierto punto empática hacia él. En esos proyectos económicos veo la muerte, robotización, el enajenamiento de esa capacidad empática y de la imaginación humana hacia nosotros mismos además de lo demás.
La grabación sonora es uno entre otros intentos de representar este bosque. En su pobreza se registran los pasos del zorro pero él no está. Así me encuentro otra vez con algo insondeable, imposible de dibujar, filmar, o nombrar. El bosque se resiste, con sus múltiples escalas, infinitud de direcciones, diferencias, cambio constante, vida visible y oculta.
Desde la imposibilidad, empiezo un proyecto de dibujo continuo en el bosque. Mantengo un cuaderno y de cada dibujo hago una copia con papel carbón que se convierte en el original, de manera que el mismo trazo visibiliza capas interpuestas, cada una analogía inexacta de la próxima. También hay registros más directos dibujado con piedras, palos u otra materia directamente sobre el papél carbón, a ciegas, imitando el movimiento de lo que veo por su espacio, análogo al soporte del dibujo. Hay ritmos, movimientos de distanciamiento y acercamiento, movimientos laterales, cambios de escala, cambios de registro, enfoque, humor y percepción. Y todo ello según mis propios cambios. Hay un territorio en crisis mortal entre yo y tú, I/we and the world, y tanteo sobre él.
*Acerca de la artista
Toni Crabb nace en Harare, Zimbabwe en 1970 y vive cerca de Barcelona, España. Estudió en la Universidad Complutense de Madrid y ha exhibido extensamente de manera individual y colectiva. Su trabajo actual investiga el espacio relacional a través del soporte del dibujo como superficie intermediario, la ideación de proyectos colectivos y otras estrategias. Fox es parte de un conjunto de trabajos titulado Mind is a Form of Landscape.
