Estimación estética de las magnitudes naturales

En memoria de John Machado.

Locación: área de conservación ambiental Chacaracual. Sector El Horcón de la península de Macanao. Isla de Margarita, Venezuela.

 

Reconstruyo aquella mañana de junio del año pasado por el impecable cielo azul ausente de nubes y la atmósfera de luz cenital. Salí de casa con mi padre, quien se ofreció a llevarme desde Pampatar hasta Macanao, donde nos encontraríamos con José Manuel Briceño, ecólogo y miembro cardinal de la organización PROVITA. Una vez reunidos en el Museo Marino de Boca Del Río, abordamos su auto y rodamos por el camino serpenteante y precario de la península. José conducía con gran seguridad, como quien camina por el patio de su casa. Conversábamos en relación a su labor ecologista, sobre las condiciones ambientales del lugar adonde nos dirigíamos y me adviertía de las actividades de explotación arenera que se desarrollan en ese territorio; además de otros detalles interesantes referente a la flora y fauna que hacen única esa región del planeta. De repente cruzamos hacia un camino de tierra encauzado hacia las faldas de las montañas y allí comenzó a aparecer la gris tolvanera levada al aire por los camiones volteo y la maquinaria pesada, presagios de otra naturaleza.

 

Como de costumbre, yo andaba en shorts de jean, franelillas, un sombrero de paja criollo, botas y mi libreta de anotaciones, no más. Venía de antemano orientado por las ideas de los arquitectos John Machado y Rafael Pereira, quienes, en el marco del proyecto de arte y proyección a la comunidad del edificio VectorVerde, me habían encomendado la misión de hacer una investigación exploratoria en la zona, tomar algunas fotos y captar datos curiosos sobre las entrañas de mi isla.

 

Una vez en la quebrada seca que hoy continúa siendo transformada por la industria en una fosa socavada de más de 15 metros de profundidad y que abarca varios kilómetros cuadrados de extensión, la impresión inicial me causó un sentimiento nefasto que secuestró mi cuerpo por momentos. Esto sensibilizó mis sentidos. Había varios elementos que parecían estar en una lucha extemporánea con el trabajo de los camiones y el ruido de las máquinas que operaban: uno era la presencia de una pareja de árboles, al menos bicentenarios, de Guayacán¹ que fueron bautizados como los “titanes de Chacaracual”, por su extraordinario tamaño y opulencia, y que por aparente milagro habían sido dejados en paz sobre un montículo de tierra que los aislaba en medio de aquel dislocado paisaje. Por otro lado, estaba la presencia ordenada de magníficas guarataras² a un lado del camino. De inmediato me sentí identificado con los volúmenes de cada uno de estos ejemplares monolíticos, ya que en mi oficio de escultor mis trabajos están fundamentalmente definidos por la investigación de la piedra como símbolo y materia permanente en el arte.

 

Estimación estética de las magnitudes naturales de Luis Mata 1

 

Pido un poco de información sobre las piedras y me entero de que son la purga de la industria arenera. Debido a su tamaño resultan inservibles para el comercio, no pueden ser dinamitadas, son muy pesadas y por eso las utilizaron para marcar los cruces entre los caminos. Tal como lo hubiera dispuesto Hermes, la deidad olímpica en la antigua Grecia.

 

Decidí en el acto hacer algo con la potente presencia de ellas y formulé algo experimental; sobre todo, era importante registrar la presencia transitoria de mis ideas que se manifestaban sobre aquel panorama. No llevaba herramientas; la cinta métrica con la cual pude haber obtenido datos de calibre, quedó olvidada en el taller y sólo contaba con mi anatomía para resolver la escala. Pasan por mi mente algunos antecedentes de Landart donde los artistas implicaron su cuerpo para modificar la imagen del paisaje. Este recuerdo me motiva para llevar a cabo, intuitivamente, una especie de happening y por eso les pedí a José y a mi padre que me sirvieran para documentar las acciones, cada uno desde su punto de vista, apretando el gatillo de la cámara.

 

Estimación estética de las magnitudes naturales de Luis Mata 2

 

Las piedras estaban calientes cerca del mediodía. El contacto prolongado con la superficie era capaz de quemar la piel; calculo que la temperatura era de 40°C, aproximadamente. Acaricié las fisuras y sentí el vapor que emanaban. Ante mí, la materia se presentaba muda, silente y me dejaba sin palabras. Las guarataras me invitaban a ser absorbido, hasta que en cierto punto terminé acostado encima. En unas boca arriba o al revés, me encontré abrazándolas, erguido de pie y también cobijado bajo su sombra en el suelo. Estaba amalgamado en una especie de ritual contemporáneo con la naturaleza. Como la piedra, soy forma diversa, fruto de la acción de las fuerzas de la naturaleza, símbolo del ser en esencia. Recuerdo a Jung, quien en sus notas indicaba que “la piedra parece pues constituir un antiquísimo símbolo de lo eterno, lo perenne en el hombre, a partir de lo cual toma su fuerza vital”.

 

Ya de regreso a casa, en la vía, quedé atrapado en un sueño liviano e inconsciente. Las imágenes recolectadas ese día quedaron archivadas sin ser reveladas.

 

Este año recibo la invitación de la investigadora Ruth Auerbach a presentar proyectos para un salón de jóvenes artistas. Consideré que sería la ocasión propicia para retomar el trabajo sobre estas imágenes. Poco a poco invertí los ahorros del momento, adquiridos por la venta de alguna obra a través de BVAC. Los usé para comprar pintura al óleo blanca, pinceles, cinta adhesiva y, así, llegar a las pruebas de color. Seguí indagando en la búsqueda técnica que pudiera darle un vuelco sensible y lúcido a la investigación. Necesitaba un soporte material fuera de lo común y hallé un cartón de paja de aspecto ocre, seco, pálido y de textura fibrosa que me pareció adecuado. Mandé a copiar 8 fotografías en alto contraste sobre formatos de medio pliego. Cuando vuelvo, lo vislumbrado se había vuelto realidad, porque analizo las copias y me percato de que el material absorbió lo justo sobre la inyección de tinta, dejando a la vista el rastro de la textura, el matiz y los valores con gran fidelidad. Asimismo, puedo traducir un efecto de simbiosis entre la temperatura orgánica del color del cartón y la sensación lumínica experimentada en aquel paraje.

 

Estimación estética de las magnitudes naturales de Luis Mata 3

Más allá de la fuente documental o autobiográfica, el proceso contiene una suerte de estratagema en su carácter. Ejecuté veladuras de óleo blanco con pinceladas horizontales ,hasta llegar a los límites de mi figura y la interacción con las piedras. Pretendo descontextualizarme detrás de una mancha abstracta, ser etéreo y sublimado para evocar la noción de magnitud rítmica y temporal. El paisaje original de las fotografías ha sido celebrado por su ausencia; enfocando absolutamente la materialidad conceptual y estética del contenido, un lazo primario y simbólico con la tierra.

 

Titulé la obra “Estimación estética de las magnitudes naturales”, influenciado por los escritos de Kant en su Crítica de la facultad de juzgar. Me gusta disfrutar la pesquisa sobre la razón de mis actos. En Caracas, el pasado 11 de septiembre, un jurado calificador conformado por Lorena González (curadora de arte Banesco), Patricia Velazco (directora de la Sala Mendoza) y Sofía Hernández Chong Cuy (curadora de arte contemporáneo de la CPPC), validan por decisión unánime otorgar el principal galardón del XVII Salón Banesco Jóvenes con FIA 2014 a este novel de 24 años oriundo de Porlamar.

 

Estimación estética de las magnitudes naturales de Luis Mata 4

Recientemente, una guaratara de 8 toneladas fue rescatada del sitio y será integrada como obra escultórica en el edificio VectorVerde, que cuenta con la certificación LEED³ internacional, como parte de una propuesta que busca generar conciencia ambiental a través de la relación para-disciplinar entre el arte, la arquitectura y la proyección a la comunidad.

[¹] Árbol emblema del Estado Nueva Esparta. Guaiacum officinale L.

[²] Nombre autóctono con cual se describen a las rocas de la región que se desprenden del pico Guarataro.

[³] Acrónimo de: Leadership in Energy & Environmental Design, un sistema de certificación de edificios sostenibles desarrollado por el US Green Building Council.

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