¿Qué posibilidades hay de que las demandas establecidas por Sor Juana en la Respuesta a Sor Filotea (1691) correspondan, acaso remotamente, con lo exigido por Mary Wollstonecraft un siglo después en la Vindicación de los derechos de la mujer (1792)?
Firmas
Sobre la Escuela de Apocalipsis
Nota editorial: A modo de introducción, invitamos cordialmente a los lectores a mirar la web oficial de School of Apocalypse, proyecto pedagógico que es el objeto de este ensayo, a través de este link. La Escuela de Apocalipsis –School of Apocalypse (SoA)– es un proyecto de educación alternativa que examina las conexiones entre la | ... |
Anatomía de una escena
Cybersex (CyberLove)
Querido Alejandro: Hace unos meses, “sentado como tantas otras veces frente a este teclado mullido”, en mi pequeño taller, empecé a revisar una vieja cuenta de Hotmail. Entre los correos importantes aún quedaban cuatro, que por alguna extraña razón no he borrado. Uno de ellos, fechado con 11 de noviembre de 2009, decía: “Esta no es la carta que te ofrecí. Pienso que esperabas alguna letanía, bella y triste, de las que solía enviarte como en una botella”. Durante varios años, cuatro o cinco, me acostumbré a esperar tus correos, uno más hermoso que el otro en un principio. Los mismos se fueron tornando, con el pasar del tiempo, digamos que “amargos”. Creo haberlos respondido todos, siempre con el temor de que se me escapara algún error ortográfico como seguramente se me escapará en este texto.
Firmas
Estaba Wollstonecraft chiquita
¿Qué posibilidades hay de que las demandas establecidas por Sor Juana en la Respuesta a Sor Filotea (1691) correspondan, acaso remotamente, con lo exigido por Mary Wollstonecraft un siglo después en la Vindicación de los derechos de la mujer (1792)?
Firmas
Sobre la Escuela de Apocalipsis
Nota editorial: A modo de introducción, invitamos cordialmente a los lectores a mirar la web oficial de School of Apocalypse, proyecto pedagógico que es el objeto de este ensayo, a través de este link. La Escuela de Apocalipsis –School of Apocalypse (SoA)– es un proyecto de educación alternativa que examina las conexiones entre la | ... |
Anatomía de una escena
Cybersex (CyberLove)
Querido Alejandro: Hace unos meses, “sentado como tantas otras veces frente a este teclado mullido”, en mi pequeño taller, empecé a revisar una vieja cuenta de Hotmail. Entre los correos importantes aún quedaban cuatro, que por alguna extraña razón no he borrado. Uno de ellos, fechado con 11 de noviembre de 2009, decía: “Esta no es la carta que te ofrecí. Pienso que esperabas alguna letanía, bella y triste, de las que solía enviarte como en una botella”. Durante varios años, cuatro o cinco, me acostumbré a esperar tus correos, uno más hermoso que el otro en un principio. Los mismos se fueron tornando, con el pasar del tiempo, digamos que “amargos”. Creo haberlos respondido todos, siempre con el temor de que se me escapara algún error ortográfico como seguramente se me escapará en este texto.
Quickie
The Gorgeous Nothings
A look at Emily Dickinson’s The Gorgeous Nothings, edited by Marta Werner and Jen Bervin for New Directions in 2013.
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Suite venezolana (o leer a Paul Desenne)
Dios es un ruido que se sale de control. Para otros, Dios es silencio. Pero aquí vamos a hablar sobre Paul. La música recrea prejuicios, al mismo tiempo dispositivos de supervivencia y autodestrucción, donde carne, inocencia y angustia promueven algún todo. Son prejuicios que sostienen o destruyen una personalidad advirtiendo al mismo tiempo su composición irrisoria: uno asegura conocer el pajarillo o la guasa, porque un nacionalismo trivial así lo sentencia, hasta el momento en que la memoria (o el gusto) se resbala, revelando que la posesión de una identidad es a menudo despertar a su pérdida, o al menos, reconocer que una identidad tiene un origen promiscuo: la obra de Paul Desenne es leal a los pasajes sonoros de esta configuración geográfica pero también a la mirada insolente y desconfiada de quien al menos posee tres lenguas maternas y tres orígenes que lo descomponen. Fabio Morábito propuso una explicación a dicho fenómeno espiritual:
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Las puertas giratorias: de Artaud a Morrison
El arte será la puerta giratoria, el lenguaje que precisa el alma para manifestarse, el medio por el cual podríamos recuperar la sensación de unidad indisoluble entre cuerpo y espíritu, palabra y cosa, gesto y realidad.
Firmas
¿Y si no lo pensamos más?
(Apuntes para una autoetnografía) He visto el programa de Venezolana de Televisión dedicado a la emigración en nuestro país. Mientras lo veía no podía dejar de recordar al niño que yo era el 4 de febrero de 1992, con su Atlas pictórico del mundo roído y manoseado, tratando de imaginar cómo podía existir Roma | ... |
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La música, espíritu ancestral
No es una exageración decir que la música tiene la extraordinaria facultad de «trascender» acústicamente la realidad, generando con un mínimo o con nada de materia ―ondas vibratorias― una nueva dimensión más sutil y elevada, dentro de la cual pueden experimentarse infinitas posibilidades de realidad. La música es la sublimación del espectro físico del mundo, la transmutación y elevación del Espacio-Tiempo en el que vivimos.
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Lamezuela: Un signo intempestivo y el grito de los herejes
Lamezuela, de Deborah Castillo, es un signo que surge y da cuenta del malestar, del defecto y de la espina encarnada de nuestro tiempo. Un signo que por demás “se ha convertido en una imagen icónica de este momento que vivimos como país”. Un signo intempestivo, que impacta y choca, con todo lo que esto supone, en la percepción cultural e histórica de nuestro tiempo.
Anatomía de una escena
Jerry Hall & Andy Warhol
By Rose Hartman. As usual, I had entered Studio 54, always a guest of Steve Rubell, the club’s exuberant co-owner. Hundreds of fabulously-attired guests of every persuasion had gathered behind the curtain that separated invited, notable guests drinking endless champagne from the hundreds of frenzied revelers who waited patiently (or screamed non-stop to no avail) .to enter Studio. Wearing my usual garb-black jacket, black trousers, comfortable shoes, I made my way toward those glittering creatures -Diane von Furstenberg, Elsa Peretti, Halston, Bianca, Baryshnikov, Truman Capote, Marisa Berenson -that made each night the most exciting place in the universe. Like a fly on the wall, I carried my Olympus 35mm camera with lots of black-and-white film, And waited patiently until I observed an intimate moment that I had to capture. Under the glittering disco ball, An animated Andy Warhol (who never was photographed speaking) was actually engaged in conversation with the gorgeous texan model. I probably took only one or two frames, before the moment evaporated, and guests intervened to chat with the striking duo-in 1977.